dijous

nada

Nunca podremos tener todo lo que queremos, aunque
oportunamente, cada vez nos conformaremos con menos
y nadie nunca dejó claro si eso es madurar o
rendirse paulatina y cómodamente hasta morir

y en nosotros reside la semilla del universo entero
estamos hechos de visceras que nunca dejan de moverse
por eso el hombre nunca es constante, porque
sus entrañas nunca paran de digerir lo que del exterior les llega,

así: quítale los ojos a un hombre, dejalo sin oídos, aún sin lengua
y podras ver un hombre inexpugnable, sobrio, sereno

Los demás estamos arrojados al cambio,
como piedras en un río que no ha de dejar de nosotros
nada

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